miércoles, 18 de marzo de 2015

¿Cómo son los eclipses... desde la Luna?

A pesar de que es muchísimo mayor que la Luna, el Sol está mucho más lejos de nosotros que esta. Casualmente, y simplemente debido al hecho de que los objetos lejanos se ven más pequeños, el tamaño aparente de ambos astros en nuestro cielo es prácticamente el mismo. De ahí la espectacularidad de los eclipses de sol. En ningún otro planeta del Sistema Solar se puede disfrutar de semejante maravilla.
Como bien sabéis pasado mañana viernes va a ser visible desde una buena parte del hemisferio norte un eclipse de sol que será total en una franja del Atlántico. Quienes tenemos la suerte de estar en la zona afectada por el eclipse -si las nubes lo permiten- podremos ver cómo la Luna pasa por el cielo por delante del Sol ocultando su disco. Desde Pamplona, donde el eclipse será parcial, con un ocultamiento del 75% de la superficie solar, el eclipse tendrá el aspecto que muestra esta animación preparada por mis amigos del Pamplonetario:


Bien, todos sabemos el aspecto que tiene un eclipse de sol desde la Tierra. Pero ¿cómo lo veríamos si estuviéramos en la superficie de la Luna?
Si queremos verlo debemos asegurarnos primero que estamos en la cara adecuada de la Luna. Sabéis perfectamente que la Luna siempre presenta la misma cara hacia la Tierra (cosas de la ley de la gravedad), así que si nos da por mirar al cielo desde la cara oculta no veremos nada: si desde la Tierra no vemos nunca la mitad de la Luna, en esa mitad nunca está la Tierra en el cielo.
De acuerdo, estamos en la Luna y disfrutamos de una hermosa vista de la Tierra. Es de noche (en la Luna) y la Tierra está en una hermosa fase de tierra llena, si se puede decir así. Toda su superficie visible está completamente iluminada. Desde la Tierra la Luna está en el cielo diurno pero no se ve por dos razones: está en fase de luna nueva y además se sitúa muy cerca del Sol (está a punto de comenzar el eclipse), por lo que el resplandor hace imposible echarle un vistazo.
Sigamos en la Luna. Su larga sombra cónica está a punto de tocar la superficie terrestre. pero antes vemos cómo se oscurece una superficie considerable del planeta. Es la penumbra, la zona donde el eclipse es parcial. Tanto la mancha de sombra que deja el eclipse total como la penumbra del parcial van a recorrer la superficie terrestre, debido sobre todo a la rotación del planeta. No hace falta que dé más detalles. En el siguiente vídeo se ve perfectamente lo que os estoy contando. Es el eclipse del 15 de enero de 2010 recreado mediante software:


El del próximo día 20 se verá como lo muestra esta imagen animada de la página de eclipses de la NASA:


(Además de mostrarnos el recorrido de la sombra y de la penumbra fijaos en el detalle de la línea que marca el límite día-noche, que pasa por el polo norte: estamos en el solsticio de primavera. Un día precioso en el polo, donde se podrá disfrutar de un eclipse total de sol sobre un Sol que va a estar girando alrededor del observador, asomando media esfera sobre el horizonte. Al respecto, os recomiendo la entrada Empieza la primavera: unos breves apuntes).

¿Y un eclipse de luna? Como la Tierra es mayor que la Luna, su sombra cónica es también mayor, por lo que es capaz de cubrir por completo nuestro satélite. Así transcurre:


¿Y cómo se ve un eclipse lunar desde la Luna? Debe ser un espectáculo hermoso. Imaginaos un día soleado (la cara visible de la Luna está completamente iluminada, desde la Tierra hay luna llena), con una Tierra muy cerca del Sol en el cielo. Como es habitual, la Tierra permanece inmóvil en el cielo lunar. Con lo de inmóvil me refiero a que no se desplaza por el firmamento como lo hacen el resto de astros. Pero la Tierra se ve siempre fascinante, mostrando una atmósfera continuamente cambiante y una superficie en rotación. Si en un momento dado estamos viendo la Península Ibérica, unas horas después ha desaparecido. Además la Tierra se ve mucho mayor que el Sol. Desde la Luna, sin ninguna duda (desde su cara visible) lo más glorioso que hay en el cielo es la Tierra. Sin embargo, en este momento no se aprecian muchos detalles de la superficie terrestre: estamos viendo la mitad donde es de noche; vemos la fase de tierra nueva.
Está a punto de comenzar el eclipse. El Sol se va acercando lentamente al enorme disco terrestre hasta que comienza a ocultarse tras él. Al cabo de un rato todo el disco solar ha sido "tragado" por la Tierra. En pleno día se hace noche total; la oscuridad -y el fuerte descenso de temperatura- durará unas horas hasta que por fin el astro rey comience a asomar por el otro lado de nuestro planeta. Desde nuestro querido satélite, los selenitas (ya, ya sé que no hay, pero me tomo la licencia para que quede más poético) están terminando de disfrutar de un hermoso eclipse de sol.
Porque desde la Luna, nuestro eclipse de luna es un eclipse de sol.

ACTUALIZACIÓN:
A través de la lista de correos de Naukas, Manu Arregi y Paco Bellido, que de estas cosas saben un montón, me indican un par de correcciones a lo que he escrito.
"Como es habitual, la Tierra permanece inmóvil en el cielo lunar". La Luna siempre nos presenta la misma cara, pero oscila en una compleja combinación de tres movimientos, de manera que la Tierra describe en el cielo lunar una curva llamada curva de Lissajous. De todas formas, cierto es que no se desplaza mucho (el recorrido completo no ocupa más que la constelación de Orión). Si queréis saber más no dejéis de leer La danza de la Tierra en Naukas.
"Al cabo de un rato todo el disco solar ha sido "tragado" por la Tierra. En pleno día se hace noche total". En realidad, la Luna queda bañada por un resplandor rojo/anaranjado. La luz solar se refracta en nuestra atmósfera y llega a la Luna. Todo queda bañado de ese color y tiene que ser muy curioso verlo. Aunque de momento, nadie ha estado ahí para contemplarlo.
¡Gracias, Manu y Paco!

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