"No olvides que la ciencia nos proporciona una forma de pensar racional, que modifica nuestro mundo a pasos agigantados y que, además, es bella". Ciencia para Nicolás
martes, 18 de enero de 2011
Las pseudociencias ¡vaya timo!
«Los científicos y los filósofos tienden a tratar la superstición, la pseudociencia y hasta la anticiencia como basura inofensiva o, incluso, como algo adecuado al consumo de las masas; están demasiado ocupados con sus propias investigaciones como para molestarse por tales sinsentidos. Esta actitud, sin embargo, es de lo más desafortunada. Y ello por las siguientes razones. Primero, la superstición, la pseudociencia y la anticiencia no son basura que pueda ser reciclada con el fin de transformarla en algo útil: se trata de virus intelectuales que pueden atacar a cualquiera —lego o científico— hasta el extremo de hacer enfermar toda una cultura y volverla contra la investigación científica. Segundo, el surgimiento y la difusión de la superstición, la pseudociencia y la anticiencia son fenómenos psicosociales importantes, dignos de ser investigados de forma científica y, tal vez, hasta de ser utilizados como indicadores del estado de salud de una cultura.»
Es esta una reflexión de Mario Bunge, uno de los filósofos vivos más influyentes. Es mundialmente conocido por su actitud crítica frente a las pseudociencias, especialmente frente al psicoanálisis y la homeopatía. De su impresionante curriculum se puede destacar que es autor de más de 50 libros (entre ellos su Tratado de Filosofía, de ocho volúmenes), que tiene 19 doctorados honoris causa, que ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades en 1982 o que es fundador del Centro Argentino para la Investigación y la Refutación de la Pseudociencia (CAIRP).
Una buena noticia, sin lugar a dudas, es la salida de la imprenta de su libro Las pseudociencias ¡vaya timo!, de la Editorial Laetoli. Se trata de una recopilación de artículos a cargo del actual director de Amnistía Internacional en España, Alfonso López Borgoñoz, quien además firma el prólogo del libro, y que podéis leerlo pinchando aquí.
Siento muchísimo decirlo pero aún no he tenido el placer de leer ni un solo libro de esta (seguro) formidable colección de Laetoli, a ver si me animo con el del Creacionismo, el del yeti y todos los demás (además de este último), :-(
ResponderEliminarS2
Esta mañana en el "programa de salud" de la 2 le dedicaron todo un bloque a la "medicina con plantas y homeopatía"... ahí, como lo mas natural del mundo. Y ese mensaje cuela totalmente en la gente
ResponderEliminarYo también tengo que empezar con la colección, y este es un buen momento.
ResponderEliminarSaludos.
Para los reyes magos, aunque sea con un poco de retraso
ResponderEliminarYo estuve buscándolos en diversas tiendas..., al final solo están disponibles vía internet, bueno eso al menos en Cádiz.
ResponderEliminarEstupenda entrada. Todo eso ya lo he conocido y experimentado pues trabajé como traductora con la editorial de la revista Mas Alla hace muchos, muchos años. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar¿Y como es que existen culturas virulentas?
ResponderEliminarOjalá que Bunge pueda demostrar tal disparate.
Bunge es conocido por hacer generalizaciones que incluso rayan los absurdo:
"Los científicos y los filósofos tienden a tratar la superstición, la pseudociencia y hasta la anticiencia como basura inofensiva o, incluso, como algo adecuado al consumo de las masas; están demasiado ocupados con sus propias investigaciones como para molestarse por tales sinsentidos. "
No es necesario poseer diez doctorados para darse cuenta de que Bunge es bastante mentirosillo.