En realidad no es el pene, sino los pedipalpos, unas piezas bucales que el macho utiliza para introducir el esperma en la hembra; podemos decir que en la cópula funcionan como el pene de los mamíferos.
Una vez se ha desprendido de los pedipalpos, el macho (la arañita pequeña de la izquierda) tiene ventaja al luchar contra los machos que traten de copular con su chica después que él. Los investigadores, que han publicado sus conclusiones en Biology Letters, han descubierto que al quitar uno de los palpos los machos aguantaban en la pelea un tercio más que los machos intactos, y si se les extirpaba los dos, duraban en la lucha hasta un 80% más, posiblemente por el relativamente gran peso que tienen los pedipalpos: un 9% del total.
No es la única ventaja que consigue el macho de esta especie al dejar atrás tan preciado tesoro: recientemente se ha publicado que con tan drástica conducta el macho se salva de ser devorado por la gran hembra, mientras sus pseudogenitales continúan bombeando el esperma en ella.
(Vía Science, de donde también saqué la imagen, que me ha dado por girar).
si los humanos hiciesemos igual no veas jeje, muy buen articulo
ResponderEliminarMuy buenooooo!!!!!!!!!!!!
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