"No olvides que la ciencia nos proporciona una forma de pensar racional, que modifica nuestro mundo a pasos agigantados y que, además, es bella". Ciencia para Nicolás
jueves, 23 de febrero de 2017
Por qué el vídeo viral de El viaje del ADN no debería sorprenderte
Es muy posible que lo hayas visto, y que además te haya sorprendido. Pero por si no lo habías visto, ahí lo tienes, con subtítulos en español:
Está claro, ¿no? El experimento, que forma parte de una campaña publicitaria de la agencia de viajes Momondo, consistió en coger a 67 personas de diferentes países, muy patriotas todas ellas, convencidas de la "pureza" de su sangre, para someterlas a un análisis de ADN. Los resultados saltan a la vista: en todos los casos aparecen antepasados de otros países, incluso muy alejados. ¡Y qué caras ponen!
Se han llevado una buena sorpresa y posiblemente tú también. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente habría sido que el ADN hubiera mostrado lo contrario: que el 100% del ADN de alguien tiene su origen en "su" patria. Si aplicamos un poquito de biología y un poquito de matemáticas verás por qué.
Tienes un padre y una madre. Tanto tu padre como tu madre tienen, a su vez, un padre y una madre: tus cuatro abuelos. Lo que significa que tienes ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos, y así sucesivamente. Una sucesión geométrica de orden dos, de esas que, sin darte cuenta, se te escapan rápidamente de las manos; recuerda la historia aquella del tablero del ajedrez y el premio reclamado en forma de granos de trigo.
Asumamos que, como promedio, cada veinticinco años aparece una generación humana. Hoy en día, en los países avanzados las mujeres tienen su primer hijo en torno a los treinta años, pero hasta hace muy poco tiempo el primer parto se producía a edades mucho más tempranas. Nos quedamos con los veinticinco años, lo que supone que cada siglo transcurren cuatro generaciones.
Veamos un ejemplo. España, finales del siglo XV, una época decisiva en el devenir de nuestro país (y de muchos otros, como es fácil de suponer: ¿recuerdas el descubrimiento de América?). ¿Cuántos antepasados de cada uno de nosotros estaba teniendo hijos en aquella época? Es muy sencillo de calcular: Si tomamos como punto de partida el emblemático 1492, han transcurrido 525 años. Cinco siglos y cuarto, a cuatro generaciones por siglo, 21 generaciones. Cada generación duplica el número de antepasados: una, 21 antepasados (los dos padres); dos, 22 (los cuatro abuelos); tres, 23 (los ocho bisabuelos)... veinticinco, 225 antepasados. O lo que es lo mismo, y salvo que la calculadora se equivoque, tanto tú como yo tenemos, en aquella época, 33 554 432 antepasados. ¡Más de 33 millones de antepasados!
Aquí hay que hacer un inciso. Con casi total seguridad son menos. En una época en que los viajes eran algo desconocido para la inmensa mayoría de la población, hay una probabilidad enorme de que muchos de los antepasados que coincidían en el tiempo fueran parientes más o menos cercanos, lo supieran o no. Por lo que tenían antepasados comunes, y eso reduce la cifra calculada. Así que, a ojo de buen cubero, reduzcamos el número a veinte millones, si te parece bien.
Vale, un español tiene veinte millones de antepasados de la época de los Reyes Católicos, ¿cuál es el problema? Que no pueden ser españoles (o lo que es lo mismo, habitantes del actual territorio español), al menos no todos ellos. Como mucho, cinco millones, la cuarta parte. Como mucho, porque en realidad son muchos menos. Porque aunque se calcula que en aquella época había unos cinco millones de humanos en la Península Ibérica, sería extraordinario que todos ellos fueran antepasados de una persona actual, ¿no crees?
Así que mala noticia para los patriotas: eso de la patria es muy relativo, al menos si lo analizamos desde el punto de vista histórico. De la Historia y de la historia de cada cual. ¿Ocho apellidos? Ja, ja. El primer apellido de cada uno de tus ocho bisabuelos, poca cosa. Y encima los apellidos se transmiten vía paterna, con la poca fiabilidad que tiene la cosa... sería distinto si heredáramos los apellidos de las madres, pero el mundo es como es. ¿Patrias? Vamos, venga. Ni actuales ni pretendidas. Y, por cierto, cuanto más reducida sea "tu" patria, menos porcentaje de "pureza" llevarán tus genes.
En fin, que si nos ponemos racionales tenemos que poner una enorme cara de escepticismo ante frases del estilo de "los (pon aquí el gentilicio que te apetezca) tenemos derecho a (rellena esto a tu elección), porque nuestros antepasados..."
Un cordial saludo internacionalista.
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Como siempre, muy bien explicado.
ResponderEliminarGracias.
Excelentes, tanto el vídeo como el análisis. Me gusta pensar que les costó mucho encontrar < 67 personas de diferentes países, muy patriotas todas ellas, convencidas de la "pureza" de su sangre >. Como decía el anuncio, todos somos ciudadanos de un lugar llamado Mundo.
ResponderEliminarUn artículo magnífico, pero si son 21 genraciones, estamos hablando de 2^21 = 2.097.512
ResponderEliminarPuedes remontarte un poco más y ya está arreglado