Desde hace ya unos cuantos cursos que, una vez al año, embarco en el autobús a mis alumnos de tercero de la ESO para una visita a diversas instalaciones de energías renovables, de las que hay un buen puñado para elegir en Navarra. Este año tocaba precisamente ayer, y con las explicaciones de Iñaki y Ainhoa, de Fira, visitamos la planta de fabricación de aerogeneradores de Barasoain y la planta solar fotovoltaica de Tudela, ambas de Acciona.
Entre ambas instalaciones industriales nos detuvimos a ver a Clotilde, un prototipo de aerogenerador realmente monstruoso cuyo nombre se lo puso el mayor accionista de la compañía, o al menos eso nos aseguraron, en honor de su hija adolescente. Este prototipo, al que en los últimos días le han cambiando las palas (que es como se llaman las aspas), tiene unas cifras impresionantes. Desarrolla una potencia de 3000 kw, con lo que duplica la de los aerogeneradores más abundantes que tenemos repartidos por toda la zona (y cuadruplica la de toda la enorme planta solar de Tudela). La torre, de 100 metros (se prevé construir modelos de 120 m) es una mole de 850 Tm de hormigón. Sobre ella, y descontando el peso de las palas, 154 Tm de barquilla con una longitud de 17,5 m y 4 de altura, suficiente para acomplejar a un camión tráiler de los grandes. Los 53 metros de pala barren un área de unos 10.000 m2, es decir una hectárea, una superficie algo mayor que la de un campo de fútbol. Y un último detalle: ver de cerca uno de estos gigantes es casi hipnótico, con sus palas girando lentamente, unas cinco veces por minuto... un momento, ¿he dicho lentamente? unas sencillas operaciones nos permiten calcular que la velocidad de la punta del aspa es de 269 km/h, ¡propia de un Fórmula 1!
Entre ambas instalaciones industriales nos detuvimos a ver a Clotilde, un prototipo de aerogenerador realmente monstruoso cuyo nombre se lo puso el mayor accionista de la compañía, o al menos eso nos aseguraron, en honor de su hija adolescente. Este prototipo, al que en los últimos días le han cambiando las palas (que es como se llaman las aspas), tiene unas cifras impresionantes. Desarrolla una potencia de 3000 kw, con lo que duplica la de los aerogeneradores más abundantes que tenemos repartidos por toda la zona (y cuadruplica la de toda la enorme planta solar de Tudela). La torre, de 100 metros (se prevé construir modelos de 120 m) es una mole de 850 Tm de hormigón. Sobre ella, y descontando el peso de las palas, 154 Tm de barquilla con una longitud de 17,5 m y 4 de altura, suficiente para acomplejar a un camión tráiler de los grandes. Los 53 metros de pala barren un área de unos 10.000 m2, es decir una hectárea, una superficie algo mayor que la de un campo de fútbol. Y un último detalle: ver de cerca uno de estos gigantes es casi hipnótico, con sus palas girando lentamente, unas cinco veces por minuto... un momento, ¿he dicho lentamente? unas sencillas operaciones nos permiten calcular que la velocidad de la punta del aspa es de 269 km/h, ¡propia de un Fórmula 1!
Criaturica :D
ResponderEliminarSólo por comentar, la fábrica de Barasoain no es Gamesa sino también de Acciona, al igual que el resto de instalaciones que describes en el artículo. Por cierto, Gamesa también tiene su prototipo, aún más grande, pero si mal no recuerdo el mayor prototipo del mundo está en Alemania es del fabricante Enercon y es capaz de producir una potencia pico de ¡6.000 Mw! Es decir, el doble de Clotilde (que como bien escribes es el nombre de la hija mayor del presidente de la compañía)
ResponderEliminarSaludos Javier
Javier, tienes toda la razón, así que acabo de editar la entrada y el error ya está corregido. Y muy interesante lo del mostruo alemán, así que doblemente gracias.
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