Estimado Arturo:
Me vas a permitir que te tutee, pues es como nos hemos tratado siempre, y con mucho afecto, desde que coincidimos en las aulas de los Escolapios en nuestros lejanos tiempos de la EGB. El motivo por el que te dirijo esta carta abierta es la presentación de la charla titulada ¿Qué está pasando en nuestros cielos? enmarcada en la Oferta Sociocultural de nuestra ciudad para los próximos meses, organizada por la Agrupación Intermunicipal de Servicios Sociales de Base de la Zona de Tafalla y respaldada por el Ayuntamiento de Tafalla. La ponente de la charla es Pilar Baselga, miembro de ANECIL, Asociación Española de Cielos Limpios.
Tal como se presenta dicha charla nos encontramos ante algo que no se diferencia mucho de asegurar que no existe la fuerza de la gravedad o que la Tierra es plana. No es cierto que los aviones nos estén fumigando con sustancias tóxicas (más allá de los productos de combustión del queroseno) para controlar a la población, como tampoco es cierto que se utilicen compuestos para modificar el clima y causar sequías, como se apunta en el folleto explicativo (la cantidad de energía necesaria para impedir la lluvia es colosal, por poner una pega). Las estelas que dejan los aviones a su paso (los chemtrails, que dicen los conspiranoicos), y que no siempre aparecen, son el resultado de la condensación del vapor de agua, uno de los principales productos de la combustión de los hidrocarburos, en las capas altas de la atmósfera, donde las temperaturas están por debajo del punto de congelación. Nubes, artificiales pero nubes. Por encima de los 10.000 metros de altura se produce una inversión en el gradiente térmico de la atmósfera que hace imposible que lo que allí se vierte caiga a la Tierra.
Si aplicamos el sentido común deberíamos preguntarnos sobre los depósitos de materiales para modificar el clima, o para envenenarnos, que deberían llevar unos aviones de pasajeros capaces de dejar esos rastros de miles de kilómetros de longitud. O por qué se fumiga a plena luz del día, para que todos veamos las "pruebas" del delito cuando se podría aprovechar los vuelos nocturnos para tan maligno propósito. También por qué no vemos a la tripulación de los aviones portando máscaras de gas cuando están en tierra para evitar sufrir los efectos de lo que ellos mismos esparcen por doquier. O, ya puestos, por qué no envenenan directamente el agua del grifo en los casos en que desean inocular enfermedades o modificar nuestra conducta, lo que sería mucho más eficaz y barato... En fin, puedes encontrar más explicaciones de la mano de Luis Alfonso Gámez en su entrada La amenaza de los chemtrails. Por cierto, también la Guardia Civil se ha hecho eco en su cuenta de Twitter sobre el bulo de los chemtrails:
Los #chemtrails son un #bulo— Guardia Civil (@guardiacivil) 9 de junio de 2017
Nos encantan vuestras fotos, pero las rayas en el cielo no son fumigaciones#StopBuloshttps://t.co/tGw4145loS pic.twitter.com/0EbFfaYJss
Una rápida búsqueda en Internet me permite descubrir que Pilar Baselga, la ponente de la charla prevista, es profesora de historia del arte y de historia del traje, unas disciplinas poco relacionadas con la actividad científica. Por supuesto, esto no supone ningún argumento en contra de sus afirmaciones. La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Quizá nos permite conocer mejor a esta señora otros resultados de mi búsqueda. Entre sus afirmaciones nos encontramos que el virus del papiloma humano se cura con homeopatía (supongo que se refiere a que lo que se cura es el papiloma, no creo que nadie intente curar al "bicho"), que el cambio climático es mentira, que las élites mundiales comen niños (lo dice de forma literal, incluyendo detalles espantosos como que previamente se les viola y mutila cuando aún están vivos), o que el holocausto judío jamás sucedió. ¿No te parece, Arturo, que no deberíamos permitir que una mujer con estos antecedentes sea invitada a dar su opinión en un espacio público de nuestra querida Tafalla, con el objetivo de asustar a la población con afirmaciones sin ningún tipo de respaldo?
Por eso quiero pedirte a ti, como máximo responsable de nuestro Ayuntamiento, que hagas lo que esté en tu mano para impedir la celebración de la charla. No lo veas como un acto de censura o como un ataque a la libertad de expresión de nadie, porque no se trata de eso. Se trata de impedir que se divulguen mentiras. Se trata de proteger la verdad, la que no es opinable, la que se puede demostrar empíricamente mediante los métodos propios de la ciencia. No es apropiado que cedamos un altavoz a quien pretende alarmar infundadamente a la población, especialmente si ese alguien no ha demostrado su capacitación y tiene semejante historial divulgativo a sus espaldas.
Confiando en tu buen criterio, quedo a tu disposición.
Un cordial saludo,
Carlos Chordá
Para la redacción de esta carta me ha sido de gran ayuda la que Alberto Nájera López escribió al alcalde de Villamalea a propósito de una charla similar. Quede constancia de mi agradecimento.