Uno de los cuadros más conocidos del surrealista René Magritte lleva por título el paradójico "Ceci n'est pas une pipe" (Esto no es una pipa): en él, una pipa de fumar. No pretendo emular al pintor belga, y mucho menos con una foto tan poco artística. Además, solo él pudo ser original, ¿no?
Decía que este radiador no es un radiador, a pesar de su nombre, y sin embargo lo es, pero poco. Me explicaré. Todos los cuerpos cuya temperatura sea mayor que el cero absoluto, es decir, todos los cuerpos del universo, emiten radiación electromagnética en frecuencias de infrarrojo. Las personas, por ejemplo. Esta emisión infrarroja es la que "ven" las cámaras de visión nocturna. Cuando la calefacción está en marcha, un radiador emite más radiación de infrarrojo que una persona, pues su temperatura es mayor: en torno a 50 ºC.
Un radiador irradia muy poco, porque su temperatura es relativamente baja. Cosa distinta es el fuego de una chimenea, generado por una leña que arde a entre 300 y 400 ºC. En este caso, prácticamente todo el calor que aporta es por radiación. Sin embargo, es más eficiente la calefacción por radiadores de agua caliente, a pesar de que su temperatura es mucho menor (todos sabemos que la chimenea calienta mucho si estás cerca, y solo la parte del cuerpo que está frente a ella; si estás mirando la llama, el culo se queda helado). ¿Por qué el fuego de la chimenea es menos eficiente que el radiador de agua caliente?
La palabra clave que nos permite explicar la diferencia entre radiadores y chimeneas es convección, el fenómeno en el que el aire caliente que sale del radiador asciende y circula repartiendo el calor por toda la habitación. Por eso los radiadores se instalan bajos (molestarían menos colgados del techo), y con láminas para aumentar la superficie de intercambio térmico y permitir que el aire circule por su interior. Si pretendiéramos que el fuego de la chimenea calentara por convección, deberíamos taponar la salida del humo, que junto a este se lleva el aire caliente, pero esa no sería una buena idea.
El calor que aporta un radiador por radiación es muy pequeño: si no hubiera aire en la habitación no calentaría por convección un aire inexistente, y la habitación no se calentaría. Aquí es donde yo quería llegar: el artefacto de la imagen no es un radiador. Es un convector.
buena explicación, me ha servido para un trabajo
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