En la noche del pasado día once, noveno aniversario del ataque a las torres gemelas, se produjo un hecho misterioso. Dentro de los potentes haces luminosos que se dirigían hacia el cielo en el lugar que ocuparon los rascacielos del World Trade Center, miles de etéreos seres blaquecinos centelleaban mientras danzaban en espiral. Algunos testigos opinaban que se trataba de papeles, o de bolsas de plástico, atrapados por el calor de los focos. Otros, más impresionables, llegaron a pensar que eran las almas de los fallecidos en el terrible suceso.
Ni plásticos, ni espíritus. Pájaros. Detrás del fénomeno, un cúmulo de circunstancias.
La ciudad de Nueva York está en un importante corredor migratorio atravesado por muchas especies de aves en su migración hacia el sur cuando se acerca el otoño, lo que pasa desapercibido para la gran mayoría de neoyorquinos.
Los días previos el tiempo no había sido favorable para la migración, por culpa de las tormentas tropicales que se acercaron mucho al norte de la costa este. Los pájaros prefirieron esperar a que mejorara el tiempo.
Por otro lado, las aves se orientan mediante distintos mecanismos, entre ellos por la luz de las estrellas, sobre todo cuando no hay luna. El día de los hechos hacía solo dos días que había habido luna nueva, por lo que apenas brillaba. Además, el cielo estaba parcialmente nublado.
En esas condiciones, unos 10.000 pájaros entraron en los haces de luz y perdieron la orientación completamente. Cuando las luces se apagaron, las aves continuaron con su viaje.
En el vídeo conmemorativo se aprecia perfectamente, a partir del 0:36, la fantasmagórica danza.
Ni plásticos, ni espíritus. Pájaros. Detrás del fénomeno, un cúmulo de circunstancias.
La ciudad de Nueva York está en un importante corredor migratorio atravesado por muchas especies de aves en su migración hacia el sur cuando se acerca el otoño, lo que pasa desapercibido para la gran mayoría de neoyorquinos.
Los días previos el tiempo no había sido favorable para la migración, por culpa de las tormentas tropicales que se acercaron mucho al norte de la costa este. Los pájaros prefirieron esperar a que mejorara el tiempo.
Por otro lado, las aves se orientan mediante distintos mecanismos, entre ellos por la luz de las estrellas, sobre todo cuando no hay luna. El día de los hechos hacía solo dos días que había habido luna nueva, por lo que apenas brillaba. Además, el cielo estaba parcialmente nublado.
En esas condiciones, unos 10.000 pájaros entraron en los haces de luz y perdieron la orientación completamente. Cuando las luces se apagaron, las aves continuaron con su viaje.
En el vídeo conmemorativo se aprecia perfectamente, a partir del 0:36, la fantasmagórica danza.
(Fuente: Wired Science)
Hola, me llamo Diego Trapero y querría hablar contigo. No he encontrado tu email, ¿podrías mandarme tu email a me@diegotrap.com? Siento tener que usar los comentarios pero no había otra manera.
ResponderEliminar"Casi todos los periódicos tienen una columna diaria de astrología, pero ni siquiera una semanal de astronomía"
ResponderEliminarEsta frase es de Carl Sagan. Igual si se divulgase más y mejor la ciencia prodríamos mirar al cielo sin ver las almas de los difuntos.
Un saludo
Guau. Un hermoso espectáculo. Aunque pobres pájaros XD
ResponderEliminarPodres aves, todas gastando energia en vano al estar desorientadas por esa luz cegadora
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