¿Realmente funcionan los suplementos alimenticios?

Estupendo gráfico que nos muestra cuánto de bueno nos aportan los populares suplementos alimenticios a la luz de la evidencia científica. Para verlo en grande y seguir leyendo el post podéis abrirlo con el botón derecho en una nueva ventana y ampliarlo. Para los que no dominen el inglés ahí va una ayudita:
Se nos muestra los beneficios reales para la salud cuando son consumidos oralmente por adultos con dietas saludables, desde una "evidencia muy alta", arriba, hasta "niguna evidencia", abajo. La línea horizontal del centro (worth it line) puede ser traducida como "línea del vale la pena". Vamos, que quizá vale la pena pagar más por los suplementos situados sobre ella, pero no por los que están por debajo. El diámetro es proporcional a su popularidad, medida esta según el número de resultados en Google. En color naranja, aquellos suplementos que tienen baja evidencia pero hay sobre ellos algunos resultados prometedores (los autores no explican por qué aparecen en distintos niveles de evidencia).

De algunos de los suplementos más populares, como el ácido fólico (indicado para evitar algunos problemas congénitos como la espina bífida), el té verde (la hipercolesterolemia) y el aceite de pescado (la hiperensión arterial) hay fuertes evidencias que realmente funcionan. Pero cuidado, funcionan para lo que está indicado en el círculo. Para el té verde, por ejemplo, hay dos círculos. Siguiendo la línea vertical hacia abajo llegamos a sus propiedades para el cáncer, para las que la evidencia es muy baja; algo parecido sucede con el aceite de pescado y la salud general. Algunos de los suplementos más populares no parecen tener tanto éxito en lo que supuestamente prometen. Por debajo de la "línea del vale la pena" está la famosa planta Aloe vera, el ginseng o las últimamente de moda bayas de Gogi.
Por cierto, la evidencia científica se ha obtenido tras revisar más de 1500 estudios en PubMed y en Cochrane.org.
(Vía Information is Beautiful)

Tweet