lunes, 8 de noviembre de 2010

Las brujas ¡vaya timo!

Hace exactamente cuatro siglos se celebró en Logroño (7 y 8 de noviembre de 1610) un auto de fe iniciado por el Tribunal de la Inquisición de Logroño contra las prácticas de brujería y magia que condenó a decenas de habitantes del valle navarro del Baztán, en especial de Zugarramurdi y Urdax. Al final, cuatro mujeres y dos hombres fueron quemados vivos en la hoguera por su pertenencia a una diabólica secta de brujos. En el extenso auto de fe podemos leer, entre otras barbaridades:

"La primera vez que después vuelven al aquelarre echan á cocer los huesos del difunto que comieron antes, y con ellos las hojas, ramas y raices de una yerba que en vascuence llaman belarrona, que tiene virtud de ablandar los huesos y los pone como si fueran nabos cocidos; y una parte de ellos comen, y otra el demonio y brujos mas ancianos la machan en unos morteros, y los esprimen con unos paños delgados, y sacan de los dichos huesos una agua clara y amarilla que el demonio recoge en una redoma; y el cisco que queda de los huesos y los sesos de los difuntos los recogen los criados del demonio, y los guardan para hacer polvos y ponzoñas. Y de la dicha agua amarilla da el demonio una poquita á cada uno de los brujos mas privados, que tiene reservados para que cometan mayores maldades. Y es tan grande la ponzoña y fuerza de aquella mala agua, que tocando con ella cualquiera persona en cualquier parte de su cuerpo, con mucha brevedad, muere sin que haya remedio humano para ello. Y la dicha María de Iriarte refiere que con ella mató cuatro personas..."

Coincidiendo con tan macabro aniversario, la pamplonesa Editorial Laetoli acaba de sacar de la imprenta el decimotercer título (toca madera, triscaidecafóbico) de la colección ¡vaya timo!: Las brujas ¡vaya timo! de Manuel Bear.


Así nos da a conocer al libro y a su autor la nota de prensa de la editorial:

"Las actas de los procesos de brujería —escribe el autor— no contienen ni una sola prueba que permita creer que las brujas hayan tenido existencia real en el período de más de 300 años durante el que fueron perseguidas en Europa. Las confesiones de las acusadas —la única fuente de información que poseemos sobre los delitos imputados— fueron extraídas bajo tortura o amenaza de aplicarla. Cuando los relatores del proceso afirman en un acta que la acusada confesó «voluntariamente», debe entenderse que declaró a satisfacción de los interrogadores sin que hubiera necesidad de sentarla en el potro, seguramente con sólo mostrarle los instrumentos
del suplicio. En resumen, una persona acusada de la desaparición de unas gallinas podía muy bien terminar en la hoguera por brujería.
Manuel Bear (Pamplona, 1949) es periodista y fue el primer director de Diario de Noticias. Para su autor, este libro es una descripción de la persistencia del pensamiento mágico en la opinión pública. En este marco, las brujas constituyen la fábula más antigua, democrática y tenaz inventada por la especie humana para manipular a los demás y engañarnos a nosotros mismos".

2 comentarios:

  1. Cuando he leído que iba de brujas pensaba que se trataba de la pitonisa Lola y demás, pero veo que es más de las que iban en escoba xD

    Y debo añadir que, en mi opinión esta colección debería centrarse más en aspectos pseudocientíficos que la gente DE VERDAD cree como el del yeti, la homeopatía o la conspiración lunar. Pero ¿de verdad hay gente que crea en brujas? igual tengo a la humanidad en demasiada alta estima pero me cuesta de creer ;)

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  2. Hay gente que cree en brujas, ¡¡PERO TOTALMENTE!! ¿O sino quienes son los que hacen "mal de ojo" y demás "brujerías"?

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