domingo, 30 de enero de 2011

La ciencia es bella cumple un año


Tal día como hoy, hace exactamente un año, escribí Vamos allá, la primera entrada del blog. Era sábado, y estaba en casa pachucho y un tanto aburrido. Esa y no otra fue la causa del nacimiento de La ciencia es bella; como os contaba entonces no hubo premeditación en ello.
Un año después, lo que no podía haber imaginado entonces, el blog está en muy buen estado de salud. Sus 225 entradas han recibido más de 120.000 visitas y muchos de vosotros habéis aportado vuestros amables comentarios. Mi agradecimiento a todos.
También quiero dar las gracias a quienes han creído que alguna entrada era lo suficientemente interesante como para enviarla a Menéame, y para darle su voto. Dos de ellas llegaron a portada:
· Carta abierta a RTVE
· Una queja sobre la educación sexual
Hay que decir que el mérito de la carta abierta a rtve es exclusivamente de Ismael Pérez Fernández, el responsable de Homínidos (quien además de ser mi amigo fue el primer seguidor de este blog) pues fue él quien la redactó, en calidad de director ejecutivo de ARP-SAPC.
Finalmente, quiero extender mi agradecimiento a Miguel Artime, Javier Pelaez y Antonio Martínez, por haber creído que mi aportación podía tener cabida en el fenomenal invento divulgativo que ha resultado ser, desde su nacimiento, Amazings. Hasta el momento mis colaboraciones han sido:
· Ríos de droga, torrentes de imprecisión
· ¿Platija? No, pulpo
· En la sala de control del Apolo XIII
· La avispa con placas solares fotovoltaicas
En fin, lo dicho. Gracias, y podéis volver por aquí cuando gustéis.

viernes, 28 de enero de 2011

De causas y efectos


"Las antenas de telefonía móvil relacionadas con misteriosos incrementos de natalidad”. Este es el impactante titular que me encontré hace unos días en las sección de ciencias del diario británico The Guardian. El artículo comenzaba preguntándose si la radiación emitida por las antenas podría ser la causa del aumento en el número de nacimientos (quizá interfiriendo con algún método de control de natalidad, se me ocurre). La pregunta era inevitable tras haberse dado a conocer un estudio realizado por todo el Reino Unido en el que se concluye que “por cada nueva antena instalada en un área, hay 17,6 nacimientos más sobre la media nacional”. Por supuesto, se había realizado un análisis estadístico de los datos; con él se determinó que el coeficiente de correlación (una medida estadística de la relación entre dos variables) entre el número de antenas y el de nacimientos era del 98,1% y por tanto, la probabilidad de que la relación sea debida al azar es de sólo el 0,00003%. Impresionante, ¿verdad?
Otros estudios han encontrado fuertes correlaciones estadísticas entre la presencia de las antenas base y el número de casos de cáncer infantil (lo que ha sido descartado), y también con problemas de conducta en niños (otro titular muy reciente: “Asocian usar el móvil en el embarazo con mala conducta infantil”).
A la vista de las investigaciones citadas parece más que evidente que la radiación electromagnética asociada a la telefonía móvil tiene efectos biológicos sobre el ser humano, ¿no es así? Lo cierto es que no. Es muy importante señalar que hasta la fecha ningún estudio ha podido demostrar que la radiación emitida por las antenas, incluso aunque fuera mayor en varios órdenes de magnitud, tenga efectos fisiológicos sobre las personas, incluyendo las que están todavía cobijadas en el útero. Y quienes aseguran lo contrario (que haberlos, haylos), mienten como bellacos. Así que es muy posible que se esté preguntando qué demonios pasa con el artículo que le comento. Lo que pasa es que ese mismo artículo, además de ser impecablemente correcto en los análisis estadísticos, alerta de que la correlación entre el número de antenas y el de nacimientos no implica una relación causa-efecto. Vamos, que el mayor número de nacimientos no está causado por la presencia de antenas de telefonía móvil, sino por un tercer factor que sirve de nexo de unión entre ambas variables: el incremento de la población. La novedad estriba es que es la primera vez, que yo sepa, que en un artículo enfocado al gran público se advierte que no siempre que un suceso B sigue a un suceso A significa que A es la causa de B. Es cierto que en las áreas donde hay más antenas de telefonía hay más nacimientos, más cánceres y más niños con problemas de conducta: se trata simplemente de que se colocan donde hay más población, porque ahí son más necesarias. Si los “investigadores” empeñados en relacionar las antenas con el cáncer “estudiaran” su efecto sobre cosas como la miopía, o el pelo rubio, o la celulitis, o el consumo de mejillones, un suponer, se sorprenderían de la cantidad de cosas de que podemos responsabilizarlas. Y si se olvidaran de las antenas y trataran de ver la relación entre, otro suponer, el número de floristerías y el de tumores, llegarían a la conclusión de que las flores son cancerígenas; conclusión tan equivocada como la de achacar la enfermedad a las antenas.
En muchísimas ocasiones la correlación nada tiene que ver con una relación de causa y efecto.
Si no se entiende, basta con forzar la situación para llegar a absurdos como los siguientes: “se ha constatado una mayor esperanza de vida en los países con mayor consumo per cápita de coñac francés”; “disminuye drásticamente el embarazo entre adolescentes a partir de los 20 años”; o “hay más riesgo de accidentes en las carreteras cercanas al domicilio del conductor”.
La evolución nos ha conducido a ver relaciones de causa-efecto para salvar el pellejo: si me pongo malo tras comer un fruto desconocido, es bueno creer que es este quien me ha dejado para el arrastre y no volver a probarlo. Quizá esto explique supersticiones como la del deportista que lleva siempre los mismos calzones con que marcó el gol de su vida -la magia de los amuletos-, o la creencia en las curaciones de las pseudomedicinas, otra visión mágica del mundo.

miércoles, 26 de enero de 2011

La planta carnívora que se transformó en retrete

Las plantas de jarra son un grupo de plantas carnívoras cuya trampa consiste en una profunda cavidad llena de un líquido mortal para los animalillos que caen en ella. Estas plantas viven en suelos pobres en nitrógeno, fundamental para la síntesis de proteínas y ácidos nucleicos. La digestión de la carne de los incautos atrapados en el líquido provee a las plantas de la suficiente cantidad de nitrógeno.
La mayor de las plantas de jarra, la Nephentes rafflesiana, presente en las islas del sudeste asiático, es sorprendentemente torpe en su habilidad de atrapar insectos. Al contrario que las otras especies de plantas de jarra, tiene poco líquido y apenas emite olor atractivo. Tan poquitos "come", que con ellos no puede obtener el nitrógeno suficiente para su sustento.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Brunei Daussalam acaba de descubrir una forma alternativa que tiene esta especie para conseguir tan necesario elemento: una alianza (simbiosis es el término) con el murciélago Kerivoula hardwickii. Estos biólogos observaron unas cuatrocientas plantas y en ellas encontraron pocos insectos; lo que les sorprendió fue que en muchas de ellas había murciélagos. Los murciélagos no se alimentan de los insectos que se están descomponiendo en el interior, sino que utilizan la planta como dormidero y refugio frente a los predadores. A cambio, los murciélagos depositan dos buenas fuentes de nitrógeno: sus heces y orina.


murcielago planta carnivora

No es esta la primera alianza observada entre estas plantas carnívoras y mamíferos. Se conocen tres especies del género Nephentes cuyas trampas son retretes para musarañas arborícolas. Estos insectívoros sólo pueden tomar su ración de néctar colocando su trasero en la mismísmima boca de la flor. Como las musarañas suelen marcar sus sitios favoritos con caca, se lo hacen allí mismo. Nitrógeno abundante para la planta. En el vídeo se ha pillado a uno de estos animalillos en tan íntimo momento:

(Vía Discover Magazine)

martes, 25 de enero de 2011

Un anillo cósmico

explosion supernova
Impresionante la fotografía que han elegido hoy los responsables de la página Astronomy Picture of the Day. Las hermosas ondas que forman el anillo, que se extienden unos 23 años luz, son el remanente de la explosión de la supernova SNR 0509, ocurrida hace unos 400 años. La imagen la captó el telescopio espacial Hubble gracias a un filtro para la radiación visible del hidrógeno.

lunes, 24 de enero de 2011

Exoplanetas artísticos

Los exoplanetas (planetas que orbitan estrellas distintas de la nuestra, el Sol) están demasiado lejos como para poder observarlos con un mínimo de detalle. Por eso es de agradecer que haya artistas que ligan su arte a la ciencia creando vídeos como este, que trata de recrear cómo podría ser el primer exoplaneta rocoso (es decir, más o menos similar a la tierra) que hemos descubierto. Está muy cerca de la estrella a la que orbita, unas veinte veces más cerca que Mercurio del Sol, así que seguramente no tiene un clima muy agradable:





El vídeo está en New Scientist, donde además he encontrado esta otra recreación artística de la colisión entre dos exoplanetas. El suceso trata de explicar el descubrimiento de masas de lava congelada y roca vaporizada que están orbitando una estrella cercana. Al parecer, un impacto similar creó la Luna, a partir de un trozo de nuestro planeta lanzado violentamente al espacio:


viernes, 21 de enero de 2011

Fantástica tabla periódica

Como bien sabéis, la tabla periódica de los elementos, creada inicialmente (de manera independiente) por Mendeleiev y Meyer, es la biblia de los químicos. En ella están todos los elementos del universo (y alguno más, los artificiales) perfectamente ordenados en grupos y periodos según su configuración electrónica. Una tabla periódica será tanto más útil cuanta más información contenga en las casillas. Aunque si la información es excesiva puede llegar a complicar su búsqueda. Por eso quiero compartir con vosotros la mejor tabla periódica que he encontrado en la red de redes, la ptable, en la que hay una abrumadora cantidad de datos pero sólo aparecen cuando los buscas. Es una tabla interactiva en un buen montón de idiomas (os la enlazo en español) donde, de una manera muy intuitiva, podemos obtener toneladas de información de cada elemento. Desde su estado físico a distintas temperaturas (con el cursor de arriba a la derecha) a los artículos que sobre cada elemento hay en la Wikipedia (pinchando en él). Si pincháis en la imagen accederéis a ella. Haced como yo y guardadla en Favoritos.

miércoles, 19 de enero de 2011

Diferencias entre los cerebros masculino y femenino.

Una charla de Mark Gungor, un espléndido humorista empeñado en provocar la carcajada transmitiendo verdades como puños. No hace falta decir nada más:



martes, 18 de enero de 2011

Las pseudociencias ¡vaya timo!

Mario Bunge
«Los científicos y los filósofos tienden a tratar la superstición, la pseudociencia y hasta la anticiencia como basura inofensiva o, incluso, como algo adecuado al consumo de las masas; están demasiado ocupados con sus propias investigaciones como para molestarse por tales sinsentidos. Esta actitud, sin embargo, es de lo más desafortunada. Y ello por las siguientes razones. Primero, la superstición, la pseudociencia y la anticiencia no son basura que pueda ser reciclada con el fin de transformarla en algo útil: se trata de virus intelectuales que pueden atacar a cualquiera —lego o científico— hasta el extremo de hacer enfermar toda una cultura y volverla contra la investigación científica. Segundo, el surgimiento y la difusión de la superstición, la pseudociencia y la anticiencia son fenómenos psicosociales importantes, dignos de ser investigados de forma científica y, tal vez, hasta de ser utilizados como indicadores del estado de salud de una cultura.»
Es esta una reflexión de Mario Bunge, uno de los filósofos vivos más influyentes. Es mundialmente conocido por su actitud crítica frente a las pseudociencias, especialmente frente al psicoanálisis y la homeopatía. De su impresionante curriculum se puede destacar que es autor de más de 50 libros (entre ellos su Tratado de Filosofía, de ocho volúmenes), que tiene 19 doctorados honoris causa, que ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades en 1982 o que es fundador del Centro Argentino para la Investigación y la Refutación de la Pseudociencia (CAIRP).

Las pseudociencias vaya timo

Una buena noticia, sin lugar a dudas, es la salida de la imprenta de su libro Las pseudociencias ¡vaya timo!, de la Editorial Laetoli. Se trata de una recopilación de artículos a cargo del actual director de Amnistía Internacional en España, Alfonso López Borgoñoz, quien además firma el prólogo del libro, y que podéis leerlo pinchando aquí.