Fue el viernes pasado cuando lo vi, pero como iba conduciendo no tuve la ocasión de sacar una foto. Pongo esta, de navarraecologica:
Es nada más y nada menos que un huerto ecológico en una de las principales vías de entrada a la capital Navarra, en una rotonda de la Avenida de Zaragoza. No supe de su existencia hasta ese mismo momento, así que me informo en la página de la que tomo prestada la imagen. Es el Ayuntamiento de Pamplona, en colaboración con el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra, el responsable de la plantación, en concreto de 22 plantas de alubia, 30 plantas de tomate, 24 plantas de pimiento, 11 plantas de berenjena, 8 plantas de calabaza y 240 plantas de flor. Con tan original actuación el Ayuntamiento celebraba el Día Mundial del Medio Ambiente, el pasado 5 de junio.
Como dato curioso, se podría señalar que la rotonda había sido "asaltada" en marzo por el 'Comando Borraja', adscrito al CPAEN, para ir preparando el terreno.
En la web de Navarra.com aparecen las motivaciones del consistorio pamplonés:
"El servicio municipal de jardines quiere convertir este espacio en un homenaje a la huerta ecológica. Según el Consistorio, el objetivo es 'destacar la importancia de la producción de alimentos ecológicos y cercanos para el mantenimiento de la salud de las personas y del Medio Ambiente'".
Bonito, ¿verdad? El problema es que la producción de alimentos ecológicos no es mejor ni para la salud de las personas ni para la del medio ambiente, como podéis leer (con un montón de datos y enlaces, como este de Nature), en las entradas del gran JM Mulet, tan vilipendiado por el sector: La agricultura ecológica no salvará el planeta y ¿Es la comida ecológica mejor para la salud? Va a ser que no.
Eso, por un lado. Por otro, esa moda (también tan bonita) de los huertos urbanos. Y ya no digo nada si la pones en una rotonda con un elevado nivel de tráfico. Tela para la salud. Porque los humos de las combustiones (de vehículos, calefacciones, etc.) contienen metales pesados muy dañinos para la salud que son succionados por las raíces. Al respecto os recomiendo este artículo de Magnet. Por mi parte no es la primera vez que trato el tema. En mayo del año pasado Joaquín Araújo glosaba las virtudes de los huertos urbanos en el programa de RNE No es un día cualquiera. Tuve una breve discusión con él a través de Twitter, que teminaba así:
En pocos minutos tenía su respuesta:
Lo cierto es que olvidó por completo su promesa. Lo podéis leer aquí.
En definitiva, el Ayuntamiento de Pamplona deja de lado las evidencias científicas y se pone del lado de una ideología que en nada beneficia ni a la salud de las personas ni a la del medio ambiente. Claro que ¿qué podemos esperar de un ayuntamiento que perpetra la majadería de declarar Pamplona libre de transgénicos?
Salud y pensamiento crítico.