Los humanos no somos los dueños del planeta, como muchos piensan. Tampoco los insectos, como piensan otros. Los animales más abundantes del planeta son los gusanos
nemátodos, un filo de gusanos no segmentados. Es lo que nos cuenta
Scientific American, que asegura que
"cuatro de cada cinco animales de la Tierra son nemátodos".
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Caenorhabditis elegans, el animal mejor conocido por los biólogos |
"En resumen, si toda la materia del Universo excepto los nemátodos desapareciera, nuestro mundo todavía sería vagamente reconocible (...) Sus montañas, colinas, valles, ríos, lagos y océanos estarían representados por una fina capa de nemátodos. Se podría conocer la ubicación de las ciudades, ya que a cada aglomeración de seres humanos le corresponde una aglomeración de ciertos nemátodos (...) El lugar que ocupaban plantas y animales sería descifrable, y en muchos casos incluso se podría determinar las especies mediante un examen de sus nemátodos parásitos".
Ningún organismo está libre de ellos. Según Colin Tudge, una de cada dos especies de animales tiene al menos un nemátodo que solo le parasita a ella. Si lo que vemos en la siguiente imagen fuera a escala humana, sería algo parecido a una anaconda creciendo en nuestros intestinos:
Y si queréis imaginar mejor el sufrimiento, ahí va un vídeo del
Strelkovimermis spiculatus saliendo de una larva de mosquito:
Otro nemátodo que nos puede dejar boquiabiertos es el parásito más grande del mundo, Placentonema gigantissima: llega a alcanzar 9 metros en su hábitat natural: la placenta de los cachalotes:
No todos los nemátodos son parásitos. Muchos de ellos buscan su alimento en el agua o en el suelo. Hay nemátodos depredadores armados con estiletes. En el vídeo, el nemátodo depredador
Pristionchus pacificus devora al nemátodo
Caenorhabditis elegans. Se ve perfectamente el rítmico fluir de los jugos vitales de este por el esófago de aquel:
Otros nemátodos son saprofitos, y se encuentran en gran número en el agua, el suelo, las plantas y los animales. Sin ser conscientes de ello (por suerte), cada día comemos y bebemos ingentes cantidades de ellos. Quizá por su abundancia, muchos hongos han aprendido a alimentarse de ellos. ¿Que cómo los capturan? Con trampas de lazo,
entre otras:
No hay escapatoria de los nemátodos: se han encontrado a dos kilómetros de profundidad en las minas de oro de Sudáfrica. Incluso se ha descrito una especie que solo se ha encontrado en los posavasos de fieltro de una cerveza alemana. La omnipresencia de estos poco simpáticos animalitos es
uno de los principales motivos para lavarse bien las manos antes de comer.
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Fuente)