Es sorprendente la inmensa diferencia de tamaños entre unos astros y otros. La recreación comienza con Mercurio, el menor de los planetas del Sistema Solar, aunque hay cuerpos menores. La Tierra, algo mayor, es minúscula en comparación con los planetas gigantes y no digamos con las estrellas. Y como todo es relativo, el para nosotros "enorme" Sol no deja de ser una estrella "corrientita":
Está bien claro que somos algo infinatamente pequeño en este infinitamente grande Universo.
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