jueves, 29 de diciembre de 2011

El mokele-mbembe en BBC News

Es extraño. Este tipo de noticias son más propias de los meses estivales, cuando los periódicos no saben con qué rellenar las páginas. Serpientes de verano en plenas vacaciones de Navidad:


Lo cierto es que ni siquiera se trata de una noticia, porque no hay nada de nuevo en el reportaje criptozoológico. Comienza hablando de Roy Mackal, un criptozoólogo que anduvo tras el escurridizo brontosauro congoleño en la década de los ochenta del siglo pasado para después dar la descripción de la bestia:
"Se cree que Mokele-mbembe es una criatura de gran tamaño parecida a un reptil, con un largo cuello y una larga cola. A pesar de ser herbívoro, se dice que ruge agresivamente cuando alguien se le acerca".
Curioso herbívoro que no soporta, al parecer a los paquidermos:
"Algunos aseguran que tiene un solo cuerno que utiliza para matar elefantes".
¿Pruebas de su existencia? Como buen críptido, lo de siempre: alguna foto borrosa y por supuesto, testimonios. Nada más:
"Hasta la fecha, ha habido más de 50 expediciones a la región pero no hay evidencia científica, a menos que se incluya una gran huella con forma de garra registrada por un misionero francés en 1776. Las únicas imágenes fotográficas han sido tan borrosas que no prueban nada. Pero lo que no falta son testimonios presenciales. El lago Tele es uno de los lugares donde la gente acude para intentar ver a la criatura.
'Estaba en el barco cuando vi a Mokele-mbembe. Empezó a perseguirnos. Mokele-mbembe emergió del agua', le explicó un hombre a la BBC. 'Nos fuimos, si no nos habría matado'".
Para demostrar que "algo tiene que haber", los criptozoólogos recurren al manido truco de apropiarse de los  legítimos descubrimientos zoológicos:
"El que se cita más a menudo es el okapi. Se trata de un mamífero con garras, con rayas parecidas a la de la cebra en sus patas. Vive en la República Democrática del Congo, al este del Congo.
En el siglo XIX, se hablaba entre los occidentales que vivían en África sobre la existencia de un "unicornio africano". El explorador Henry Morton Stanley -que había seguido el rastro del misionero David Livingston- aseguró haber visto a un misterioso animal parecido a un burro en una expedición a través del Congo al final de la década de 1880".
¿Garras el okapi? Toma conocimientos de anatomía... y de periodismo, me atrevería a añadir.
¿Os apetece saber algo más sobre la curiosa pseudociencia conocida como criptozoología? No dejéis de leer mi 'El yeti y otros bichos, ¡vaya timo!'



lunes, 26 de diciembre de 2011

viernes, 23 de diciembre de 2011

El tsunami y la flor del cerezo

Un mes después del tsunami.



"Incluso cuando las flores caen, las amamos. Así es el corazón de los japoneses. La muerte de las flores no es algo triste"
(Vía)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Charlando sobre ciencia y racionalismo en la Universidad de Vic

El martes pasado, día 20 de diciembre y día mundial de escepticismo, tuve la oportunidad de participar en el programa de las Tertúlies de Literatura Científica de la Universitat de Vic, un interesantísimo proyecto docente que tiene como objetivo acercar la divulgación científica a estudiantes de diversos niveles. Para ello, los estudiantes leen un libro (o una serie de artículos) de divulgación para, tras trabajarlo en clase, asistir a una conferencia por parte del autor.


Uno de los libros seleccionados para el programa de este curso fue mi querido Ciencia para Nicolás y sobre él charlé un rato con alumnos y profesores de dos institutos barceloneses. Comencé con un suicidio homeopático (y analizamos al final de la charla el nulo efecto de cuarenta pastillas de Sedatif PC); el resto del tiempo, además de mostrar algunas curiosidades relacionadas con la ciencia, traté de transmitir la necesidad de apreciar la ciencia en lo que vale y, a la vez, prevenir contra la irracionalidad propia de las pseudociencias. Después, en el rato de debate, quedó clara la necesidad de que desde bien pronto se enseñe en las escuelas -y no sólo desde las asignaturas científicas- a pensar racionalmente, a adquirir una forma crítica de pensar, a practicar el escepticismo científico como una herramienta que nos va a permitir transitar por la vida con una cierta protección frente a fanatismos, supersticiones y engaños pseudocientíficos, algunos socialmente tan aceptados como la homeopatía. Cuanto antes, porque cuando llegamos a cierta edad nos cuesta mucho. Y a los hechos me remito: no deja de sorprenderme el ímpetu con que muchos adultos defienden su creencia en alguna (en general el que cree en una cree en muchas) pseudociencia con el único argumento del lo que tú digas, pero a mí me funciona.
Terminando el debate quedó claro que hay muchas pseudociencias muy populares, lo que constituye una plaga cultural de difícil erradicación.
Como anécdota, cuando llegaba a Vic en el cercanías que había tomado en Barcelona, justo frente a mí estaba sentado un hombre de unos cuarenta años con un aspecto muy intelectual totalmente enfrascado en la lectura de un libro. De vez en cuando lo subrayaba y apuntaba algo al margen. En ese momento no me hubiera extrañado que estuviera leyendo, qué se yo, algún sesudo texto filosófico o un ensayo sobre música barroca o, incluso, iluso de mí, algo de divulgación científica. Me di cuenta de que queda mucho trabajo por hacer cuando cerró el libró y pude ver la portada. Google me ha permitido encontrarlo:



lunes, 19 de diciembre de 2011

Uyuyuy, esta publicidad...

Algo me dice que la mayor parte de esta publicidad no sería factible hoy en día.
Como la de estos cigarrillos. Aunque la publicidad de tabaco se prohibió hace unos años, si aún fuera legal estas marcas no osarían hacer lo que hacían antaño. Desde médicos que lo recomiendan hasta anuncios machistas y maleducados pasando, en fechas navideñas, por un Papá Noel fiel a su marca, la más suave:

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Cocaína a la venta, completamente legal:

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Alcohol ideal para niños (de este de Kinito me acuerdo perfectamente):

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Publicidad ¡tachán, tachán! de productos radiactivos, por ejemplo en forma de supositorios para restaurar la potencia sexual, de agua medicinal y de juegos educativos para el niño:

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Si por aquel entonces no parecían ser conscientes de los peligros de alcohol, tabaco, coca y radiactividad, sí que advertían de los riesgos de la prostitución, fuente de enfermedades venéreas (por muy limpia que esté la señorita, dejaban claro):

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Lo políticamente correcto no parecía tener mucha importancia. ¿Por qué no te baña tu mamá con Fairy? ¿Siempre es ilegal matar a una mujer? Vaya...

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Ahora nos quejamos de lo delgadísimas que se llevan las modelos, pero entonces era más bien al revés. ¡Anuncios para engordar!

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Productos que harían las delicias de los voyeurs si no fuera porque son físicamente imposibles. (Aunque ahora hay variantes para móviles. Los timos se van adaptando a los nuevos tiempos):

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Este anuncio me ha llamado la atención. El vibradedo, un refrescante dedo de goma que vibra, ideal como regalo. Los dentistas recomiendan masajearse las encías a diario. Ejem.

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No sé muy bien por qué, algo me ha recordado un anuncio de una granja que vendía huevos y se anunciaba en un periódico navarro hace muchos años. No he conseguido encontrarlo, pero recuerdo perfectamente el eslogan. Tras un 'Huevos de la granja ....' venía un rotundo:
¡Los huevos más frescos! ¡Directamente del culo a la boca!

martes, 13 de diciembre de 2011

Del mito a la razón, el documental completo en Internet

Del documental Del mito a la razón ya os había hablado antes por aquí, pero por si acaso os recuerdo que se trata del primero de una serie ideada, dirigida, producida, presentada (y unas cuantas cosas más) por Rubén Lijó, un jovencísimo estudiante de ingeniería. Después de haber sido presentado a lo grande en diversos centros divulgativos como museos y planetarios, ya está disponible en Internet. Un documental imperdible.