Tú que pasas y levantas
contra mí tu brazo
que inconsciente me zarandeas
antes de hacerme daño
mírame bien
yo soy el armazón de tu cuna
la madera de tu barca
la tabla de tu mesa
la puerta de tu casa
la viga que sostiene tu techo
la cama en que descansas
yo soy el mango de tu herramienta
el bastón de tu vejez
el mástil de tus ilusiones y esperanzas
yo soy el fruto que te nutre
y calma tu sed
la sombra bienhechora que te cobija
contra los ardores del sol
el refugio bondadoso de los pájaros
que alegran con su canto sus horas
y que limpian tus campos de insectos
yo soy la hermosura del paisajeel encanto de tu huerta
la señal de la montaña
el lindero del camino
yo soy el calor de tu hogar
en las noches largas y frías del invierno
el perfume que embalsama a todas horas
el aire que respiramos
el oxígeno que vivifica tu sangre
la salud de tu cuerpo
y la alegría de tu alma
hasta el fin
yo soy el ataúd
que te acompañará al seno de la tierra
por todo eso
tú que me miras
tú que me plantaste por tu mano
tú que me diste el ser y
puedes llamarme hijo
óyeme bien
mírame bien...
¡y no me hagas daño!
Foto tomada en Torrevieja (Alicante). Gracias Giri, Olga y Alberto.
Que lindo... ojalá todos conocieran esta plegaria.
ResponderEliminarSaludos
Sí qué lindo y que lindas madres las de los que han embadurnado la plegaria con sus personales poesías. Pobrecicas que ellas no tienen ninguna culpa....
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